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Una técnica endoscópica reduce un 30% las operaciones para la toma de biopsias

La ecoendoscopia combina la ecografía y la endoscopia para analizar imágenes en directo y mejorar el tratamiento en determinados procesos oncológicos. Gracias a ella, se pueden reconocer determinadas áreas del cuerpo, como el tubo digestivo -de difícil acceso con técnicas convencionales como el TAC o las resonancias magnéticas-, lo que ha hecho posible que las intervenciones por cirugía abierta que antes tenían que realizarse para llevar a cabo una biopsia en el tórax o el abdomen se reduzcan en un 30%.

Ocurre así especialmente en el caso de patologías oncológicas, como explicó ayer el jefe del servicio digestivo del hospital Virgen Macarena de Sevilla, Juan Manuel Herrerías. La ecoendoscopia permite un visionado preciso de la zona, así como acceder a posibles bultos. Esto es posible gracias a un transductor de ultrasonidos con el que está equipado en uno de los extremos el endoscopio y que permite realizar un barrido electrónico de la zona afectada, lo que proporciona imágenes de alta resolución del interior y alrededores de ciertos órganos.

Esta técnica, que se empleó por primera vez en el hospital sevillano en 1994, "permite al enfermo irse a su casa en el mismo día en el que se le hace la prueba", destacó Herrerías. No sólo supone una mejora en la calidad de vida del paciente, sino también un importante ahorro de costes para los centros hospitalarios. Cada año se realizan en este hospital hasta 300 ecoendoscopias.

El hospital sevillano acoge entre hoy y mañana un congreso internacional al que asistirán 300 especialistas para abordar los avances de ésta y otras técnicas endoscópicas. Dada la dificultad de su aprendizaje, a lo largo del congreso se retransmitirán en directo 25 casos clínicos distintos para los que el uso de esta técnica resulta eficaz.

Entre las técnicas que se expondrán están el tratamiento endoscópico curativo o paliativo de tumores esofágicos, gástricos o pancreáticos y el tratamiento de las complicaciones del cáncer de pulmón y la pancreatitis.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de mayo de 2007