Desde el pasado miércoles las casas de Córdoba vuelven a tener las puertas abiertas. Y cientos de turistas japoneses se meten, no hasta la cocina, sino hasta el patio. Se trata del concurso de Patios Cordobeses y Balcones, que se celebra en la ciudad hasta el 13 de mayo. Precisamente este año, el Ayuntamiento de la ciudad ha iniciado los trámites para intentar que esta tradición sea declarada patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco.
Los propietarios y varias asociaciones se esmeran por engalanar los patios con flores, macetas y pequeños árboles frutales. En total, se pueden visitar cerca de 70 patios, de los cuales, 45 se han inscrito en el concurso oficial. El horario es de 11.00 a 14.00 y de 19.00 a 23.00 horas. Las noches de los fines de semana se amplía hasta la madrugada. La entrada es gratuita, aunque en algunos de ellos se puede entregar algún donativo para el mantenimiento de las flores y macetas.
El concurso cuenta con dos modalidades: la de arquitectura antigua y la de arquitectura moderna. El Ayuntamiento, para potenciar esta tradición, ha preparado conciertos de guitarra, cante y baile flamenco en algunos de los patios y en otros lugares, como las Caballerizas Reales o el Alcázar de los Reyes Cristianos. Entre los artistas que actuarán hasta el 13 de mayo están Curro de Utrera, Remedios Amaya, Diego Carrasco, la Tana y Tati Román.
Los patios cordobeses son una fiesta del paseo, de recorrer las calles de la ciudad de casa en casa. Pero si lo que se tiene es sed, lo mejor es acudir a la XXIV edición de la Cata del Vino de Montilla-Moriles, que se celebra en los Llanos del Pretorio de Córdoba también durante este fin de semana.
En esta edición de la cata participan 26 bodegas de la provincia y 10 restaurantes. La organización ha querido dedicarla este año al poeta del Grupo Cántico Ricardo Molina, del que este año se cumple el noventa aniversario de su nacimiento. El artista Antonio Povedano ha diseñado el catavinos y Ginés Liébana, otro de los componentes del cordobés Grupo Cántico, ha sido el encargado de realizar el cartel de la cata.
Este año se ha intentado atraer al público neófito. La organización ha previsto cuatro catas didácticas dirigidas por expertos (dos por la mañana y dos por la tarde). El precio de esta actividad es de 10 euros.
La entrada al recinto es gratuita durante el día (de 13.00 a 17.00). Por las noches (de 20.30 a 24.30) cuesta siete euros. En ese precio se incluye un catavinos y cinco degustaciones.
El consejo regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles espera que, durante los días que dura esta actividad, unas 70.000 personas pasen por el recinto. Para Manuel Pimentel, presidente de este organismo regulador, el objetivo es que los cordobeses se identifiquen con este vino, al igual que ocurre en "Jerez, Burdeos o en la Ribera del Duero".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de mayo de 2007