El BNG aseguró ayer que defenderá con "uñas y dientes" el derecho del Gobierno gallego a regular el sector eólico, pese a la "alianza" del Ejecutivo central con grandes empresas que "no mantuvieron el menor compromiso" con el bienestar y el medioambiente de Galicia.
El problema se suscitó cuando Endesa solicitó directamente al Gobierno central permisis para la instalación de 388 megavatios de potencia y evitar así la cesión de al menos el 10% del capital social al Instituto Enerxético de Galicia (Inega), como exige la legislación aprobada recientemente por la Xunta. Otras compañías eólicas intentan seguir el ejemplo.
Según explicó ayer el coordinador ejecutivo del BNG, Francisco Jorquera, lo que "está en juego" es la defensa del ámbito competencial propio de Galicia. Jorquera afirmó que su formación política confía en que el Gobierno de Madrid "tenga en cuenta" las alegaciones del conselleiro de Innovación e Industria, Fernando Blanco, y retire el decreto "invasivo" que cuestiona las competencias autonómicas.
Los nacionalistas señalaron que esperan que Galicia obtenga provecho de su condición de potencia productora de energía eléctrica y que cree un tejido empresarial "propio y comprometido" con el país.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de mayo de 2007