En la cumbre anual entre EE UU y la UE destacó el presidente Bush la necesidad de "respetar los derechos humanos en Cuba". Me extraña que, al parecer, ninguno de los presentes tratara el tema de los cientos de prisioneros de guerra que llevan años enjaulados, con tratamiento inhumano y sin ninguna garantía jurídica, en la isla de Cuba, pero en la base norteamericana de Guantánamo.
Esta cruzada de los derechos humanos en Cuba casa mal con la realidad descrita por el informe de Amnistía Internacional sobre las violaciones de derechos humanos en el mundo (datos de enero-diciembre de 2003), en el que se estudian cuatro apartados. En este estudio aparece Cuba señalada en un único apartado: c) Pena de muerte. Estados Unidos aparece en el mismo apartado c y además en el apartado b) Torturas y malos tratos. (Todavía no había surgido Abu Ghraib).
Hablando de terrorismo, del que EE UU se considera el mayor enemigo, podríamos recordar la voladura del buque francés Le Coubre en el puerto de La Habana que costó 101 muertos, y las actividades del agente de la CIA Posada Carriles, implicado en la voladura en el aire de un avión de pasajeros cubano, en el que fallecieron todos sus ocupantes, y en la explosión de varias bombas en hoteles de La Habana. Hay que señalar que EE UU se niega a extraditar a este ex agente de la CIA.
Se podrían tratar muchos más actos terroristas relacionados con la política de EE UU pero concluiremos con dos apuntes sobre este asunto: EE UU es el único país del mundo condenado por terrorismo por el Tribunal Internacional de La Haya por su actuación contra el Gobierno sandinista de Nicaragua, y en la guerra de Irak tres de sus militares han sido imputados en el bombardeo, en el mismo día, de las sedes periodísticas de Al Yazira, Al Arabiya y el hotel Palestina, en donde falleció nuestro compatriota José Couso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de mayo de 2007