La victoria de Sarkozy desató protestas en toda Francia, duramente contestadas por la policía. Unos 750 coches fueron quemados la noche del domingo. Los disturbios se repitieron ayer en algunas ciudades. En la foto, dos vehículos volcados en una plaza de París.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de mayo de 2007