Cuando uno lee El guardián entre el centeno descubre de repente que los libros cuentan cosas que no están mal. Y eso suele ocurrir a los 14 o 15 años. Pero si no se tiene un hermano o un amigo que ejerza de maestro de ceremonias / prestador, el libro de J. D. Salinger le sale por un ojo de la cara al adolescente de turno. Lo mismo ocurre con los de Hermann Hesse o incluso con los cómics de Frank Miller. Y que te lo compren tus padres, no es lo mismo.
Si Inés Sabanés es presidenta de la Comunidad, los chicos de entre 12 y 16 años tendrán dinero para sus libros. La candidata de IU presentó ayer la Tarjeta Cultura Joven para el fomento de la lectura. Un carné de plástico con un saldo de 100 euros que se recargará anualmente.
El proyecto está dirigido a los 130.000 chavales de 12 a 16 años de la Comunidad de Madrid (estudiantes de ESO) y estaría precedido de la firma de convenios con las grandes librerías de Madrid.
La iniciativa tendría un presupuesto de 15 millones de euros anuales y no incluiría los libros de texto ni el material didáctico de la escuela, que será gratuito si gana IU. Sólo los libros que vayan a leerse por puro placer.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de mayo de 2007