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El Betis tuvo que pasar la noche en Barcelona por un fallo del avión

Tras arrancar un empate en el Camp Nou al Barcelona el pasado domingo, colocarse un punto más lejos del descenso y, sobre todo, poner aún más emocionante el tramo final de la Liga, el Betis tuvo sus más y sus menos en su viaje de regreso a Sevilla. El equipo verdiblanco se vio obligado a pasar la noche en Barcelona y posponer su vuelo a la ciudad andaluza hasta el lunes al detectarse problemas técnicos en una de las alas del avión que debía trasladarle.

Se da la curiosidad de que el aparato que debía trasladar al Betis era el mismo que debía llevar a la expedición de su máximo rival, el Sevilla, hasta Glasgow (Escocia), donde el equipo de Juande Ramos se juega la final de la Copa de la UEFA frente al Espanyol.

La expedición del Sevilla llegó ayer a la ciudad escocesa con un retraso de más de cuatro horas sobre el horario previsto. Su avión, que debía haber despegado del aeropuerto de San Pablo a las 13.00 lo hizo por fin a las 15.30. El viaje tuvo otro contratiempo, y es que la aeronave tuvo que realizar una inesperada parada en Reims (Francia) para cargar combustible.

La expedición aterrizó en Glasgow a las 20.15. Su rival, el Espanyol tuvo un viaje mucho más tranquilo, siguió el plan previsto y aterrizó en tierras escocesas a primera hora de la tarde, aunque con una hora por encima del horario previsto en un principio.

El equipo catalán pudo incluso entrenarse en las instalaciones del Dumbarton C, a una media hora de la ciudad de Glasgow. Fue una sesión suave en la que los jugadores estiraron sus piernas y tuvieron un primer contacto con el balón, pero sin ejercicios de jugadas ni ensayos tácticos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de mayo de 2007