Más interesada por sus deseos que por mis intenciones, la señora Vilches parece creer que mi artículo sobre el cambio climático era una alabanza del botellón. Su carta acaba dramáticamente preguntando: "¿No hemos de adoptar medida alguna?". No sé por qué me lo pregunta a mí: eso es exactamente lo que hacen todos los gobiernos del mundo. Supongo que la doctora desea, como yo, que se detenga el crecimiento de China, India y Rusia; convencer a europeos y americanos de que supriman el coche privado y la calefacción; que se prohíba la extracción de petróleo; en fin, acabar con la transformación técnica que comenzó hacia 1830 y que ha conducido al actual estado de cosas. Mientras no llegan esas decisiones planetarias, sería interesante saber qué medidas aplica ella misma para reducir el gasto energético. Para ir tomando ejemplo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de mayo de 2007