Kepa Junkera destila orgullo de barrio y sostiene que "hay que apoyarlos a tope, planteando a los jóvenes alternativas culturales bien planificadas". En ese sentido, cree que se les presta atención, "pero hay que prestársela todavía más, porque son el pulmón de Bilbao y nunca va a ser suficiente". El músico aboga por hacer de la suya "una ciudad con más color, más positiva".
También hace hincapié en la importancia de la enseñanza, de "tener buenos profesores" y de "facilitar a los jóvenes que viajen y tengan contactos con otros países", y reivindica la pequeña escala. Aunque el turismo cultural es cada vez más importante, "los políticos deberían ser conscientes de que la cultura se basa también en el entorno familiar y de amistades", por lo que el trikitilari sugiere "un equilibrio entre grandes festivales, museos y eventos, y cosas más cercanas que despierten la curiosidad en la gente". Como padre de familia, Junkera echa en falta "espacio para los críos", aunque es consciente de que en Bilbao "no sobra el espacio".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de mayo de 2007