Pregunta. Ningún candidato quiere pactar con usted.
Respuesta. Es mentira. Están deseando pactar conmigo. La foto electoral no va a ser muy distinta a la de 2003.
P. ¿Le ha perjudicado haber sido destituido como delegado de Urbanismo dos veces en el mismo mandato?
R. Me ha beneficiado. Los que han roto los pactos deberán aclarar ante el electorado por qué incumplieron su palabra.
P. ¿Cuál es su principal aval?
R. La experiencia y un proyecto de ciudad, el que yo denomino la tercera transformación. Una vez completado el aspecto físico hay que dar un salto de calidad más importante, el nuevo tipo de relación con la ciudadanía. Un reto difícil.
P. ¿En qué se ha equivocado?
R. Hay que ser menos soberbio y más cercano a la gente.
P. ¿Le ha sobrado soberbia y que le ha faltado humildad?
R. No. Yo me he equivocado muchas veces y he aprendido de los errores.
P. ¿Qué ha aprendido?
R. Que se imponen tiempos de más humildad.
P. Le han acusado de contratación irregular, de despilfarro, de trato de favor...
R. Eso son tonterías. Si mis adversarios dicen todo eso, lo que tienen que hacer es ir a los juzgados. Mi labor de 28 años está ahí y a ver quien es capaz de mejorarla.
P. ¿Cómo define a sus adversarias políticas?
R. Sin entrar en lo personal, yo las veo bastante incapacitadas. Creo que pertenecen a una oleada de políticos de mucha fashion, mucha pose, mucha foto, pero, escarbas, y hay poco dentro. No tienen proyecto de ciudad. Guste o no guste, tuvo más categoría la señora del PP (María José García Pelayo). De esta última (la socialista Pilar Sánchez) más vale ni hablar. No merece comentario, ni negativo. Ella no llega a ese nivel.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de mayo de 2007