La candidata socialista a la Alcaldía de Valencia, Carmen Alborch, presentó ayer en medio de la Plaza del Ayuntamiento de Valencia "cien buenas razones para que los ciudadanos voten a los socialistas". 6.000 VPP, 24.000 plazas de aparcamiento y 19 escuelas infantiles son algunas de las medidas. Alborch declaró que su programa de gobierno "huye de la propaganda, del autobombo y de la división partidista". Para confeccionar este programa, los socialistas han elaborado un decálogo con diez principios que se basan en la participación ciudadana y el buen gobierno, la construcción de viviendas asequibles -la mitad tendrán carácter público-, y un urbanismo racional y sostenible. Esos principios también incluyen facilitar la movilidad, con 100 autobuses más para reducir la frecuencia de paso a 7 minutos y mantener el servicio nocturno los fines de semana.
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También la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático serán uno de los ejes de un posible gobierno de Alborch, que prevé plantar 106.000 árboles en la ciudad, declarar la huerta de Valencia paisaje protegido, aumentar la frecuencia de vaciado de los contenedores de reciclaje y promover el ahorro energético en calles y edificios públicos.
Por otra parte, el coordinador del Comité Electoral del PSPV, Mario Edo, hizo ayer un llamamiento a la movilización del voto progresista y aseguró que votar al PP u optar por la abstención es, en cualquiera de los dos casos "votar a Carlos Fabra", imputado por varios presuntos delitos contra la administración pública y un posible fraude fiscal. Edo manifestó su convencimiento de que "si las cifras de participación alcanzan el 70%, Juan María Calles será el próximo alcalde de Castellón". Según una encuesta del PSPV, el 69% de los consultados sabe que Carlos Fabra se presentará a las próximas elecciones municipales y que será candidato del PP para seguir presidiendo la Diputación de Castellón.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de mayo de 2007