Robert Murat, un británico de 33 años vecino de Praia de Luz, es el principal sospechoso de la desaparición de la niña británica Madeleine McCaan. La Policía Judicial (PJ) interrogó a Murat durante más de 10 horas y ayer de madrugada lo dejó en libertad sin cargos. Luego explicó que no tiene pruebas suficientes para acusarle, aunque espera el análisis forense de sus efectos personales. El hombre, divorciado y padre de una hija de cuatro años, vive con su madre en un chalet situado a apenas 100 metros del Ocean Club, el complejo del que se evaporó Madeleine el 3 de mayo. Durante la pasada semana, Murat y su madre, Jennifer, colaboraron activamente con periodistas e investigadores.
El inspector-jefe de la Policía Judicial, Olegário Sousa, confirmó ayer que Robert Murat había sido constituido argüido, una fórmula jurídica portuguesa que se puede traducir como "sospechoso formal". Para poder arrestar a un testigo es preciso declararlo antes argüido, pero también los testigos pueden solicitar ese estado para tener acceso a un abogado o ejercer su derecho a no contestar. Murat fue interrogado junto a otras dos personas, una mujer alemana y un hombre portugués, que declararon en calidad de testigos y quedaron también en libertad sin cargos.
Indicios seguros
La Policía Judicial dijo ayer que tiene "indicios seguros" sobre lo que le habrá sucedido a Madeleine, que el sábado cumplía cuatro años, y avanzó que sigue investigando la hipótesis "más probable", sin dar más datos. Sousa dijo ayer que no podía confirmar si Madeleine está viva o muerta. El inspector añadió que la policía registró ayer cinco casas y había incautado "diversos materiales" que estaban siendo sometidos a análisis forenses.
El registro de la villa de Jennifer y Murat, Casa Liliana, comenzó el lunes después de que una periodista del Sunday Mirror, Loren Campbell, de 24 años, hablara a la embajada británica y a la policía sobre Murat. Campbell declaró que le extrañó mucho el comportamiento de Murat, quien se describía como mitad portugués y mitad inglés y afirmaba que ayudaba a la policía portuguesa con sus servicios de traducción. También le comentó que la niña tenía un iris con derrame y que era una pena que Madeleine "estuviera ya en España y no pudieran encontrarla".
El hombre, que es hijo de padre portugués y madre inglesa y trabaja en el sector inmobiliario, tenía conexión con el Ocean Club. Según aseguró él mismo, la noche del secuestro ayudó como intérprete ante la policía a los padres de Madeleine.
Murat y su madre se han hecho muy célebres entre los visitantes de Luz esta semana. Él brujuleaba entre los periodistas británicos y ella montó una mesa de ayuda en la que se ofrecía a tomar declaración secreta a todo el que tuviera pistas sobre Madeleine.
Un tío de Murat dijo ayer a la BBC que la madre de éste, de 71 años, le aseguró que esa noche ella y su hijo no salieron de casa. Las recompensas por informaciones para ayudar a descubrir el rastro de Madeleine sumaban a día de ayer más de 5 millones de euros. Murat ha estado trabajando para Sky News ayudando a los periodistas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de mayo de 2007