"No es un problema de fácil solución, pero no se puede mirar a otro lado como ha hecho el Ayuntamiento de Alberto Ruiz-Gallardón, que ha llegado a decir que incluso había disminuido el fenómeno del botellón, cuando los datos de su propia Policía Municipal reflejaban lo contrario.
El alcalde debe garantizar el derecho al descanso de los madrileños y así lo haré, aunque sin negar tampoco por eso el derecho a la diversión con respeto. Hay que hacer compatibles ambos derechos para favorecer la convivencia, y eso pasa por revisar la Ley Antibotellón -de competencia autonómica-, que se ha demostrado ineficaz, y consensuar su contenido con todos los afectados.
Además, apostamos por un modelo de seguridad integral, que no sólo consiste en un aumento de los efectivos policiales, sino que incluye también acciones de prevención y educación desde edades tempranas. Todo eso sumado a una oferta de ocio alternativo, inexistente hoy, para los jóvenes. A ellos les ofreceremos, por ejemplo, la cogestión de centros culturales que ahora están vacíos de gente y de ideas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de mayo de 2007