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Cultura estudia un nuevo diseño para la 'Música ao Vivo'

Pablo Bicho crea un colectivo de "músicos alternativos" para optar a las ayudas

Una recaudación de 27.451 euros en 228 conciertos, con una asistencia media de 50 espectadores, es el primer balance trimestral de la Rede Galega de Música ao Vivo. La iniciativa promovida a finales de 2006 por el Instituto Galego das Artes Escénicas e Musicais, previo convenio con las salas agrupadas en Clubtura, será objeto de "algunas modificaciones" a finales de año, según confirmaron fuentes de Cultura.

"Hay amor, pero por cifras no se haría", admite Carlos Díaz, de la coordinadora gallega de salas. Díaz comparte la idea de "crear industria cultural", pero señala criterios "que encasillan a las salas en el mercado de la industria cultural en formato pequeño". "Queremos más calidad y menos saturación", dice. "Lo que pedíamos nosotros es que nos dejen contratar en el mercado libre, dentro de una selección".

Los 75 grupos seleccionados en la primera edición de la Rede se reparten en 2007 más de mil actuaciones. Por cada una de ellas pueden cobrar 240 euros, en la modalidad A (grupos de pequeño formato), y 800 en la modalidad B (para trayectorias "más consolidadas"). La división de los grupos según el caché será una de las primeras correcciones en la Rede Galega de Música ao Vivo de 2008.

Para entonces, es probable que los músicos estén en la mesa de negociación. El primer movimiento interesado es la recién constituida Asociación Galega de Músicos Alternativos. Nacida "para unificar el tema de la facturación", cuenta ya con el apoyo de 40 bandas del circuito subvencionado, según su portavoz, Pablo Bicho. "No se puede negociar aisladamente", subrayó el ex bajista de Radio Océano, que atribuye a la "falta de representación" de los músicos algunas de la fricciones con las salas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de mayo de 2007