Un "amor" de 365 días, "congruente", con el "aval" de una "larga trayectoria". Eso es lo que dice sentir el BNG por el idioma de Galicia frente a quienes defienden el gallego como "proclama electoral", como "algo ocasional para una celebración". El portavoz nacional del Bloque, Anxo Quintana, leyó ayer un manifiesto en las calles de Ourense y Vigo para marcar una frontera entre la política lingüística de los nacionalistas y la de PP y PSOE: "Es imposible acreditar el amor por la lengua, igual que el amor por las personas, si en un día se demuestra un cariño extremo y los 364 restantes se practica la indiferencia y el maltrato".
El turno de ese "cariño extremo" llegó ayer, Día das Letras Galegas, en plena campaña electoral. A diez días de las votaciones, Quintana hizo un llamamiento a los 3.835 concejales que saldrán elegidos en las urnas para que "usen el gallego con normalidad en sus comunicaciones con los vecinos y con las demás administraciones", sin distinciones de partido, clase social, edad o "contexto rural o urbano". El líder nacionalista anima a los gallegos a hablar en el idioma del país para "recuperar la autoestima y el orgullo nacional".
El Bloque animó a las organizaciones y colectivos sociales a "mostrar cada día más su orgullo y sus ansias de sentirse gallegos y de usar una lengua milenaria que nos devuelve nuestra propia mirada como pueblo". Los nacionalistas presumen de su "práctica lingüística congruente", en contraposición al resto de fuerzas políticas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de mayo de 2007