Las seis asambleas de trabajadores del sector naval de Vigo aprobaron ayer, por aclamación, el acuerdo que pone fin a 11 días de huelga. El lunes, los 5.000 empleados de los astilleros volverán a construir barcos con una novedad: entre este mes y final de año las empresas deberán firmar 1.200 nuevos contratos indefinidos hasta situar la precariedad del sector en el 50% (ahora está entre el 58% y el 70%).
Las asambleas resultaron un baño de masas para los líderes sindicales, a excepción de UGT, única central que ha criticado el acuerdo tras firmarlo. "La clave del éxito de los trabajadores del naval es que es el único sector en el que los sindicatos actuamos como una piña" analizó ayer Antolín Alcántara (CIG), el jefe de la negociación sindical.
"No entiendo lo que están vendiendo porque, a día de hoy, no hay un solo informe de la Inspección de Trabajo que diga que una empresa está por debajo del 45% de contratos fijos", subraya José María Hidalgo, el presidente de la patronal Asime.
El lunes, las 180 subcontratistas de los astilleros tienen por delante la construcción de 44 buques hasta 2010. Y, como hasta ahora, los astilleros subcontratarán cada parte del casco al mejor precio por kilogramo de barco ensamblado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de mayo de 2007