A mí no me da igual que gane unas elecciones un partido religioso fundamentalista. Es algo contra lo que siempre debiéramos luchar. El cómo es otra cuestión. Hay muchas formas de hacerlo sin tanques. Por ejemplo, haciendo imposible que un solo euro de nuestros impuestos llegue a los países que elijan esos partidos. R. Mendieta.
Los europeos deben aceptar los resultados de unas elecciones democráticas en cualquier país. Otra cosa es que, una vez en el gobierno, los ganadores abusen del poder. Rafacimata.
Occidente miró para otro lado tras la ominosa anulación de la victoria del FIS en Argelia y ese país sufrió una década de terrorismo brutal. De haber podido gobernar, quizá los islamistas argelinos hubieran supuesto un ejemplo para el orbe musulmán y, quién sabe, quizá no nos veríamos ahora entre la espada del yihadismo y la pared de los cruzados fanáticos. Ammu.
Como europeo, tengo que admitir el triunfo de Sarkozy en Francia, de islamistas en los países árabes o, si se produce, de Batasuna en el País Vasco. Noelneli.
Los europeos deberíamos fomentar una democracia laica en esos países y apoyar cualquier paso en ese camino, desde el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás. A. de Gorianinoff.
Si es un movimiento islámico que pretende apedrear adúlteras o cortar la mano a los ladrones, sería inmoral aceptarlo. Fedepiñar.
Los resultados de unas elecciones tienen que ser respetados. No se respetó el de las elecciones de Argelia en 1991, ganadas por el Frente Islámico de Salvación, y esos desencadenó una tragedia de varios centenares de miles de muertos. La suspensión de la ayuda europea a Palestina a raíz de la victoria de Hamás envilece a la UE. Alfie.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de mayo de 2007