"Por desgracia, todos, votantes y partidos políticos, hemos asumido que las promesas electorales luego difícilmente se cumplen. Forman parte del juego de la política", se lamenta Pablo Malo. "Como además no solemos tener memoria, luego nadie pide responsabilidades sobre este tipo de cosas" o, en cualquier caso, los políticos "se salen por la tangente", añade.
Así que el realizador donostiarra no tiene "excesiva confianza" en la política "en general". "La miro de lejos, de reojo, porque es algo que nos afecta a todos. Pero no tengo mucha confianza en los políticos", insiste.
Por eso, Malo, quien unas veces vota y otras no -aún no sabe si estará en la capital guipuzcoana el 27 de mayo-, pasa de las campañas electorales. "Ni siquiera me leo todos esos folletos que llegan a casa. Hay mucha palabra bonita de cara a la galería, pero no creo que temas como el de la vivienda o el paro que existen en San Sebastián se acaben solucionando". "Pasan los años, se hacen unas cuantas cosas, pero no me parece que haya cambios excesivos en la ciudad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de mayo de 2007