Un voto por la convivencia, contra la crispación, por el optimismo basado en que la situación de España es más que aceptable social y económicamente, fue la petición que ayer hizo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ante más de 6.000 asturianos concentrados en el Palacio de los Deportes de Oviedo. Zapatero pisa desde ayer territorio políticamente favorable, y así será hasta el final de la campaña, cuando llegue el viernes a Madrid. Hasta ahora toda la campaña de Zapatero ha transcurrido en feudos del PP. Pero ayer en Oviedo pidió el voto para que vuelva a ser presidente de la comunidad el socialista Vicente Álvarez Areces, y todo indica que así será. Eso sí, siempre que se reproduzca la coalición con IU. El conflicto interno que vive esta coalición no parece que altere la hipótesis de formar un nuevo gobierno de izquierda, según los socialistas.
No le faltaron a Zapatero palabras de ánimo para la candidata a la alcaldía de Oviedo, Paloma Sainz, a pesar de que el alcalde del PP de esta ciudad, Gabino de Lorenzo, parece que mantiene su posición preeminente. Y lo mismo le ocurre a la alcaldesa socialista de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, a quien también los augurios electorales le sonríen abiertamente.
Movilización del voto
La movilización del voto es el objetivo de la campaña de Zapatero y de todos los socialistas y el paso de los días ratifica el mensaje. "Os pido el voto por la convivencia y contra la crispación", dijo el presidente, que censuró al líder del PP "por sembrar el pesimismo por toda España". Y le dio un consejo: "Se puede ser optimista y estar en la oposición". El presidente pidió a los ciudadanos un voto masivo para los socialistas con el fin de que "el PP aprenda a perder".
La vehemencia de Zapatero al pedir el voto a los jóvenes se traducirá en el envío de un tarjetón con un breve texto. Lo recibirán el millón y medio de nuevos votantes. Les dice que con su voto se decidirán muchas cosas que afectan a su vida, desde la construcción de viviendas a precios asequibles a parar la especulación, pero también su trabajo, estudios o la forma en la que se desplazan por la ciudad y hasta cómo es la diversión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de mayo de 2007