"Por nuestras manos han pasado 10.000 millones de euros y nadie puede poner ni una mota de polvo. Hemos conseguido proteger a Sevilla de la corrupción urbanística". De esta forma y ante un foro de empresarios, el alcalde de Sevilla y candidato del PSOE a la reelección, Alfredo Sánchez Monteseirín, defendió ayer su gestión municipal, en una conferencia celebrada en el Club Antares de Sevilla. El socialista fue presentado por el enigmático Luis Portillo, el presidente de la inmobiliaria Colonial, quien suele rehuir las entrevistas y es poco amigo de las apariciones públicas.
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Antes de la conferencia, se había concentrado en la sede del Club Antares un heterogéneo grupo de descontentos con la gestión municipal (los trabajadores de la empresa de autobuses de Tussam, los vecinos contrarios a una mezquita o contra los gorrillas) que compitieron a eslóganes con un grupo de militantes del PSOE. "Sí, sí, sí, todos a Alhaurín", gritaban los primeros; "Aguilucho, saca el aguilucho", contestaban los segundos.
En este ambiente coral, entró Portillo al Club Antares, mientras que el alcalde escogió otra puerta de acceso. La presencia del presidente del Grupo Colonial fue muy criticada por algunos medios de comunicación locales, unas críticas que sorprendieron al empresario. "Alguien ha deducido que un empresario que presente en un foro empresarial a su alcalde está ligado, a ser posible, a asuntos turbios", dijo Portillo, quien consideró "un honor" la intervención en el acto.
Monteseirín repasó su gestión ligada a las actuaciones urbanísticas y aseguró que la intervención municipal "ha sido determinante" para que se crearan 60.000 puestos de trabajo en la ciudad de Sevilla. Los acuerdos para la instalación de EADS-Casa, la ampliación de la esclusa del puerto de Sevilla, el traslado de la fábrica de la Cruzcampo, la permanencia de las empresas del grupo Abengoa y de Renault "a través del urbanismo productivo" es lo que ha hecho posible, dijo, que la ciudad sea la tercera capital española que más empleo ha creado, según el informe de la Fundación de las Cajas de Ahorro.
El candidato socialista, que no leyó su discurso, pidió apoyos para lograr la mayoría suficiente y evitar que la ciudad "vuelva a las andadas" con una coalición PP-PA. Según él, el PP basa todo su posibilidad de triunfo en una alta abstención.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de mayo de 2007