María Carmona vive en la calle de Puente del Trabajo, muy cerca de donde se construirá la nueva estación de La Sagrera, hasta la que llegará el AVE. Se muestra prudente a la hora de hacer una valoración sobre lo que supondrá para la zona la llegada del tren de alta velocidad y la nueva estación. "Tendremos que esperar a ver qué pasa", afirma.
El temor de María es que su barrio pierda la tranquilidad que tiene ahora. "Yo estoy muy contenta aquí, me gusta la calma que se vive en estas calles, y quizá la nueva estación acabe con ella". No le entusiasmaría demasiado que aquello se convirtiera en un lugar con mucho ruido y "un ir y venir de gente constantemente". "Éste es un barrio de gente trabajadora, muchos sólo venimos a casa para comer y dormir", dice. A pesar de esto, se alegra por los comercios del barrio, que tendrán más clientela.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de mayo de 2007