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El inglés y la falta de grandes empresas, puntos débiles de la industria catalana

El consejero de Innovación, Universidades y Empresa, Josep Huguet, se topó ayer con toda una retahíla de puntos débiles que directivos catalanes de multinacionales extranjeras han detectado en la industria catalana. El poco dominio del inglés, la falta de empresas globales de capital catalán, la resistencia a la movilidad geográfica y las infraestructuras de transporte y telecomunicaciones son algunas de las debilidades que una treintena de ejecutivos resaltan en el libro Directivos catalanes en el mundo: 30 experiencias, que presentó ayer el propio consejero.

Entre la debilidad de las infraestructuras, los ejecutivos hacen especial énfasis en el aeropuerto de El Prat por la importancia de los vuelos internacionales a las ciudades para establecer centros de trabajo o para reuniones o congresos.

Ejecutivos como Ramon Bacardit (Henkel), Lluís Cantarell (Nestlé) o Antoni Gelonch (Sanofi) consideran que en Cataluña hay una atención "excesiva" por los problemas locales, lo que no deja dedicar los esfuerzos necesarios a proyectarse con vistas al exterior.

Como puntos fuertes, los directivos entrevistados destacan la existencia de un tejido industrial fuertemente arraigado, el espíritu emprendedor o la proximidad a mercados importantes. Uno de los aspectos mejor valorados de Cataluña es que se percibe como un buen lugar para vivir y trabajar.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de mayo de 2007