El Rey inauguró ayer el Centro de Operaciones Conjunto (COC) del Mando de Operaciones, desde el que se controlan, las 24 horas del día, las misiones internacionales en las que participan 2.600 militares españoles. Acompañado por el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz, y el comandante del Mando de Operaciones, Bernardo Álvarez del Manzano, el jefe del Estado mantuvo una videoconferencia con los jefes de los contingentes desplegados en Líbano, Bosnia, Kosovo y Afganistán.
Aunque no se permitió el acceso de los medios de comunición, el Ministerio de Defensa difundió un fragmento de la conversación del Rey con el jefe del contingente español en Líbano, el general Ramón Martín-Ambrosio, a quien preguntó por "la causa de los terribles acontecimientos de estos días [en alusión a los combates en el campo de refugiados de Naher el Bared, en el norte de Líbano, cerca de Trípoli] y cómo afecta a la seguridad de nuestro contingente".
El general respondió que "la causa es el enfrentamiento de las Fuerzas Armadas libanesas contra las células terroristas infiltradas en un campamento palestino". Tras subrayar que los combates se han producido en el otro extremo del país, indicó que se trata de un "conflicto distinto" al que llevó a los 1.100 soldados españoles al sur de Líbano, la guerra entre Israel y Hezbolá. "Si esto no se extiende", concluyó, "yo no veo una relación entre uno y otro".
El Rey expresó su agradecimiento a los jefes de los contingentes militares, a quienes pidió que transmitieran su saludo y afecto a todos los soldados, "del primero al último".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de mayo de 2007