Aquí también puede suceder. En el ensayo O voto emigrante; viaxe pola zona escura da democracia española, Anxo Lugilde dedica un capítulo a relatar lo sucedido en Cabo Verde (África) en las últimas elecciones presidenciales de febrero de 2006.
Con una proporción de voto de la diáspora muy similar al de Galicia, en Cabo Verde la participación de la emigración representa el 6,6% del de los residentes. En la ex colonia portuguesa, el conservador Carlos Veiga ganó en febrero a su rival, Pedro Pires, por 79.365 votos frente a 79.341. Sin embargo, las urnas de los emigrantes cambiaron a última hora el resultado, ya que los caboberdianos del exterior dieron 7.242 votos a Pires por los 3.876 recibidos por Veiga. El presidente elegido finalmente es Pedro Pires.
El problema de Cabo Verde es que esta situación ya se repitió en las presidenciales de 2001. Veiga ganó en territorio de Cabo Verde, pero Pires le arrebató la presidencia gracias al voto de los emigrantes. Para Lugilde, el caso de Cabo Verde muestra lo que puede pasar en Galicia en unas próximas autonómicas.
El libro publicado por Editorial Galaxia arranca con la documentación histórica del nacimiento del sufragio de la emigración en 1976, siendo Adolfo Suárez presidente del Gobierno. Un año después se implanta el voto por correo de la emigración española, cuando un decreto los define con la contradictoria acepción de "residentes ausentes". El censo de gallegos en el exterior representa el 27% de todos los emigrantes españoles.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de mayo de 2007