No quiero entrar en otros puntos de su artículo, que también traen cola, pero me gustaría puntualizar la afirmación de Josep Ramoneda (en su artículo del 25 de mayo) de que "el terrorismo más persistente nada ha tenido que ver con los valores del 68: ha sido el terrorismo nacionalista de ETA o del IRA".
ETA empieza a actuar de forma efectiva, qué casualidad, los años 67-68. Pero lo más llamativo es que ideólogos del 68, como Jean Paul Sartre o Michael Foucault, apoyaron a la organización armada durante los siguientes años, basándose, precisamente, en la recuperación de lo que Sartre llamaba "el sano principio de la violencia revolucionaria". ETA es un producto del 68 y su actual organización bebe de las fuentes ideológicas del pensamiento revolucionario francés de aquellos años.
Lo mismo pasa con el IRA, que, precisamente, por aquellos años cambia de naturaleza y deja de ser una organización residual del sur de la isla a ser tomada por la gente desencantada de Irlanda del Norte perteneciente al movimiento de los Derechos Civiles (otro producto del 68) capitaneado por la trotskista Bernardette Devlin. La mayor parte de los mandos políticos del IRA derivan de este movimiento. Y a partir del 68 podemos hablar de lo que se llama el "terrorismo internacional", donde el terrorista Carlos Ilich, a sueldo de la Stasi de Markus Wolf (el famoso Karla de Le Carré), coordina las labores de diversos grupos terroristas derivados del 68 (entre los que se encuentran ETA y el IRA) y causa, a lo largo de los setenta y los ochenta, centenares de muertos, secuestros y otros tipos de incidentes.
La mayor parte de la izquierda europea y española era, en aquel entonces, muy comprensiva con este tipo de cosas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de mayo de 2007