Les felicito muy sinceramente por la información que han proporcionado a sus lectores los días 23 y 24 de mayo sobre las atrocidades urbanísticas que se han llevado a cabo en la Costa del Sol. Si la información literaria era escalofriante mucho más lo han sido las imágenes que han publicado en portada y en las páginas interiores.
Nunca hasta ahora habíamos tenido oportunidad de visualizar un atentado tan atroz contra el paisaje, contra el territorio y contra el respeto por el medio natural. Espero que este tipo de periodismo contribuya a imponer la sensatez en el urbanismo de nuestra costa, que de seguir así destruiremos íntegramente. Y destruir la costa es destruirnos a nosotros mismos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de mayo de 2007