Irán y EE UU dieron ayer un primer paso hacia el deshielo en sus relaciones, cinco años después de que el presidente George W. Bush incluyese a Teherán en el eje del mal y 27 desde la ruptura de relaciones diplomáticas entre los dos países.
Sus embajadores en Bagdad celebraron una reunión histórica -el primer encuentro público de ese nivel en casi tres décadas- centrada en la situación de Irak. La entrevista, que duró cuatro horas, fue valorada "positivamente" por ambas partes, que se comprometieron a apoyar al actual Gobierno iraquí.
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El diplomático de EE UU, Ryan Crocker, exigió a Irán que dejase de armar a las milicias chiíes, mientras que su homólogo iraní, Hasan Kazemi, se quejó de la mala gestión de la ocupación por los estadounidenses.Kazemi propuso un "mecanismo de seguridad trilateral" con el fin de coordinar los esfuerzos para estabilizar la situación en Irak
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de mayo de 2007