China ha fabricado centenares de medicamentos sin control sanitario. Uno de estos fármacos ha causado 10 muertos en el país. La catástrofe, cuyas consecuencias reales aún se desconocen, ha sido posible porque Zheng Xiaoyu, director de la Administración de Alimentos y Fármacos, aceptó sobornos de 630.000 euros para que al menos 277 medicamentos evitaran los ensayos clínicos.
Un tribunal condenó ayer a Zheng Xiaoyu a la pena de muerte. Un disolvente exportado por China como glicerina ha matado a un centenar de personas en Panamá.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de mayo de 2007