Odyssey respondió el pasado 28 de mayo a la carta que el Ministerio de Cultura le envió el pasado 18 de mayo pidiéndole información sobre el pecio encontrado. La respuesta no gustó al Ministerio y un día después de recibir la misiva decició enviar al letrado James Goold para poner una demanda en la corte de Florida, según anunció ayer la ministra, Carmen Calvo.
En la carta de cuatro folios, a la que este periódico ha tenido acceso, la compañía estadounidense explica al Ministerio que no tiene más información que la revelada hasta ahora y remite a la página web de la empresa para más información. Los representantes legales de Odyssey muestran su enfado; acusan al Ministerio de Cultura de "dañar gravemente el prestigio de la compañía" y aseguran que ha dado lugar a que los medios de comunicación hayan incurrido en "fantasías delirantes e incluso calumniosas". La empresa insiste en que el pecio se encuentra en aguas internacionales.
El problema del 'Sussex'
Los desencuentros entre Odyssey y el Ministerio de Cultura hacen peligrar un proyecto que la compañía estadounidense tiene acordado con el Reino Unido: el rescate del Sussex. En marzo, la empresa anunció junto con el Ministerio de Exteriores español y el de Reino Unido que se había llegado a un acuerdo para encontrar este galeón hundido en 1694.
En el acuerdo se explicaba que, para que España dejase a la compañía operar en la zona, la empresa permitiría la presencia de arqueólogos españoles, en este caso de la Junta de Andalucía, en los buques de Odyssey. Pero la cosas no han ido bien desde entonces.
La empresa estadounidense dice que lleva todo este tiempo esperando la llegada de los expertos de la Junta sin recibir noticia alguna. Lo mismo asegura el Gobierno Británico a través de su Embajada en Madrid. La Junta explica que para enviar a alguien a los barcos tendría que haber recibido proyectos arqueológicos para la identificación del pecio. Tanto el Gobierno británico como Odyssey, aseguran que esos proyectos se han enviado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de mayo de 2007