La prohibición de la FIFA de disputar partidos a más de 2.500 metros ha desatado una ola internacional de protestas populares y políticas en Suramérica, con focos en las ciudades de La Paz, Quito y Bogotá. En el plano deportivo, el desafío más agresivo corresponde al presidente de la Federación de Ecuador, Alex de la Torre, que amenazó con no enviar a su selección a la Copa América de Venezuela, que se disputa a partir del próximo 26 de junio. De la Torre invitó a los países de su entorno a boicotear el torneo: "Los países andinos tenemos que tomar la decisión de no acudir a la Copa América". El directivo asegura que Bolivia, Colombia y Perú se unirán a Ecuador para presionar a la FIFA en el próximo congreso de la Confederación Suramericana de Fútbol, el 15 de junio. Entretanto, la organización de la Copa América, intentando apaciguar las aguas, respaldó anoche la opción de Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador de jugar en ciudades ubicadas a más de 2.500 metros.
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En el ámbito político, la iniciativa más enérgica fue la de Evo Morales. El presidente de Bolivia envió una delegación a Zúrich para protestar oficialmente en la sede de la FIFA. También convocó una manifestación en La Paz, jugando un partido de fútbol en la plaza Murillo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de mayo de 2007