Un preso murió ayer en la prisión de la base estadounidense de Guantánamo (Cuba), en lo que parece ser el primer suicidio en el penal desde que hace casi un año tres prisioneros se pusieran de acuerdo para quitarse la vida el mismo día. El preso, de nacionalidad saudí, fue hallado inconsciente y sin respiración por los guardias en su celda, según el comunicado emitido por el Ejército de EE UU.
"El detenido fue declarado muerto por un médico después de agotar todos los medios posibles para reanimarle", informa el Comando Sur de EE UU, con base en Miami, que no explica cómo murió. Los presos fallecidos el pasado 10 de junio, dos saudíes y un yemení, se ahorcaron con sus sábanas, en lo que el entonces comandante del centro, el contraalmirante Harry Harris, calificó como "un acto de guerra". Harris fue sustituido la semana pasada por el contraalmirante Mark H. Buzby.
El campo de detención, abierto en enero de 2002, alberga a unos 380 sospechosos de terrorismo. "Los restos del fallecido están siendo tratados con sumo respeto", asegura el Ejército, según el cual, un consejero cultural está asistiendo a los militares para garantizar que el cadáver sea tratado de forma apropiada conforme a su religión. Según el comunicado, se ha iniciado una investigación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de mayo de 2007