El día 31 de mayo su diario publicó una noticia cuyo titular en portada decía: Los linces ganan la batalla contra la autovía. Para los amantes de la naturaleza, entre los que me incluyo, esta noticia es reconfortante, pero no del todo completa.
En la provincia de Ciudad Real, entre la capital y Puertollano, se están terminando las obras de la autovía A-41, que es un tramo de la autopista Madrid-Córdoba de la que el artículo trataba. La cuestión importante es que está en proyecto otra autovía, la A-43, que unirá la Comunidad Valenciana con Extremadura. Este corredor, que tiene tramos ya finalizados, va a discurrir por un tramo común, la mencionada A-41, hasta Puertollano y posteriormente irá dirección Extremadura pasando por Almadén.
El problema medioambiental es evidente. Rompe la conexión entre dos de las zonas más importantes para el lince ibérico, Montes de Toledo y Sierra Morena. Teniendo en cuenta el absurdo trazado propuesto por el Ministerio de Fomento, la autovía cruzará las sierras al oeste de Puertollano y se meterá en uno de los últimos valles sin infraestructuras de la provincia, rompiendo todo un ecosistema muy rico en especies protegidas. El lince, la cigüeña negra, el águila imperial y el buitre negro son sólo un ejemplo.
Hay alternativas muy razonables para, en lo posible, realizar la infraestructura y minimizar el impacto al medio ambiente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de junio de 2007