Los empresarios no son los únicos responsables de que el lugar de trabajo sea seguro. El acuerdo sobre siniestralidad que cerrarán la próxima semana el Gobierno, los agentes sociales y las comunidades refuerza el papel del trabajador en el cumplimiento de la norma. Las atribuciones más importantes se fijan en las empresas de más de 50 trabajadores con una siniestralidad superior a la media.
En esas sociedades, los trabajadores participarán en la elaboración de un plan para reducir el número de accidentes. Si el diagnóstico no coincide con el de la empresa, las discrepancias se solventarán en los órganos de solución extrajudicial de conflictos. En caso de que tampoco ahí se acerquen posturas, será la inspección de trabajo la encargada de dirimir el conflicto.
Más allá de esos casos, los firmantes abogan por fortalecer "el compromiso del trabajador con el cumplimiento del plan de prevención" y con "sus propias obligaciones preventivas". Los delegados promoverán el cumplimiento de la normativa por parte de la plantilla y los convenios colectivos concretarán el cuadro básico de incumplimientos en que puede incurrir un trabajador.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de junio de 2007