La agencia rusa de Medio Ambiente recomendará a las autoridades de su país que retiren al consorcio TNK-BP la licencia de explotación del campo siberiano de gas de Kovykta, por no haber satisfecho objetivos de producción cifrados en 9.000 millones de metros cúbicos anuales. Un ejecutivo de la agencia informó ayer de las conclusiones preliminares, a lo que el consorcio, participado a partes iguales por un grupo de accionistas rusos y la petrolera angloholandesa, opuso que el único compromiso al que le obliga la licencia es el abastecimiento de la demanda local, un nivel de producción sensiblemente menor.
Sin embargo, la reunión para revisar la licencia a TNK-BP, que parecía inminente, ha sido retrasada un par de semanas, según informó un portavoz del consorcio. Las autoridades rusas evitan así una decisión conflictiva hasta que acabe la cumbre del G-8, que comienza el miércoles en Heiligendamm (Alemania). Las reservas de Kovykta son equivalentes al consumo mundial de gas durante un año. El consorcio compró la licencia a Yukos con el objetivo de abastecer un gasoducto a China, pero Gazprom, que tiene por ley el monopolio de la exportación de gas ruso, bloqueó el proyecto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de junio de 2007