Una vecina de Carballo, Pilar Veiga, ha recibido, desde el 2005, cuatro multas de tráfico. En dos de las pruebas fotográficas se percibe un coche con su matrícula, pero de otro color y marca. Cuando llegó la primera multa presentó una reclamación. Luego, llegaron tres sanciones más.
"Hay alguien con la misma matrícula que yo, y temo que pueda atropellar a alguien. No me atrevo a hacer viajes largos, para poder demostrar que si pasa algo, yo estaba aquí", asegura Pilar, que no entiende como las sanciones consignan a su coche como infractor, a pesar de que el que aparece en las fotografías es muy diferente. "Es un descuido imperdonable. La otra matrícula puede ser falsificada", se lamenta. En Tráfico le dijeron que no podían hacer nada que solucione su problema. Ayer, el jefe provincial de Tráfico, Pedro Pastor, aseguró que intentaría arreglar la situación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de junio de 2007