La XIV Feria del Libro Antiguo y de Ocasión abrió ayer en Santiago con una oferta de más de 35.000 ejemplares, dirigida sobre todo a "curiosos y buscadores de joyas", en palabras de los libreros. Los comerciantes se muestran optimistas respecto a las ventas y tienen claro qué tipo de volúmenes tendrá más demanda. Los responsables del puesto de la librería Pedro de la Puente señalaron los libros de auto-ayuda y las ediciones de bolsillo de los clásicos como el material más solicitado. En este local han constatado una tendencia a la baja de la poesía, mientras que las obras técnicas mantienen una buena acogida.
Entre los artículos que se pueden topar en los ocho puestos que permanecerán en la Alameda hasta el próximo 17 de junio, se encuentran algunas joyas de coleccionista, como una edición de tapas blancas y canto dorado de las obras completas de Óscar Wilde, que, antaño, costaba 350 pesetas.
Los que ayer se acercaron hasta el parque compostelano pudieron adquirir un ejemplar de El Principito de Antoine de Saint-Exupéry por tan sólo tres euros, un especial de 52 páginas de Superman o una edición completa de El Conde de Montecristo, de Alexandre Dumas por 10 euros.
"Ofrezco grabados, postales, gastronomía para gente que simplemente viene a echar una ojeada y para gente que se pasa ahorrando todo el año para comprar una pieza específica", aseguraron un responsable del puesto de la librería Al'Tossal. Además de obras antiguas sobre arte o historia, que se pueden encontrar en el puesto Maxtor, hay otras librerías con literatura infantil, que tiene demanda entre "los padres que buscan obras de tela o para el baño para un primer contacto con la literatura de sus hijos".
La gastronomía tiene su espacio en estas Feria del Libro Antiguo de Santiago, aunque ya no se venden sólo libros de recetas, sino que "hay más demanda en obras muy visuales y de cocineros europeos con platos más selectos". El concejal de Cultura del Ayuntamiento compostelano, Néstor Rego, fue el encargado de inaugurar ayer el evento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de junio de 2007