El 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, debería ser un día verdaderamente importante para todos los ciudadanos. El Medio Ambiente debe ser preservado y conservado, ya que constituye el pilar básico para nuestro bienestar.
Uno de los objetivos primordiales de los ciudadanos e instituciones tiene que ser la lucha y concienciación por la conservación del Medio Ambiente, un Medio Ambiente que ha sido transformado y destruido a nuestro antojo. La falta de previsión de futuro, ha hecho que los recursos que parecían inagotables hayan pasado a ser escasos y ser buscados en cualquier parte.
Todos somos conscientes de que la naturaleza está sufriendo ataques irreversibles y ya hemos podido comprobar las consecuencias del cambio climático y el calentamiento global, con etapas de sequías y lluvias torrenciales, huracanes, terremotos, etcétera. El cambio climático es una realidad y desde nosotros mismos debe nacer la responsabilidad de velar por mantener un Medio Ambiente saludable, por el bien de todos y de nuestra salud. Este cambio nos afecta a todos y sus consecuencias económicas, sociales y medioambientales son de gran magnitud, por eso, es necesaria una mayor implicación de las instituciones, ciudadanos y diversos agentes sociales, que debemos colaborar de una manera sincera y comprometida en la conservación y sostenibilidad del Medio Ambiente. Ya es hora de apostar al 100% por otras fuentes de energía y combustibles más limpios y saludables.
La batalla contra el cambio climático no está perdida. Todavía estamos a tiempo de luchar por conseguir frenarlo, pero es necesaria la concienciación de todos los ciudadanos y un mayor compromiso. Espero que entre todos, seamos capaces de luchar y trabajar para que el día de mañana, tanto nosotros como las generaciones venideras podamos disfrutar de nuestro entorno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de junio de 2007