Dos sentimientos se mezclaban ayer en la comunidad china de Usera. El primero era de alegría al saber que habían detenido a cuatro policías (un inspector y tres agentes) acusados de robos, amenazas y lesiones con resultado de aborto a inmigrantes chinos. El segundo sentimiento era de recelo, ante las eventuales venganzas o mayor número de inspecciones por otros agentes, como medida de presión a los denunciantes.
"Estamos contentos porque se ha quitado un problema para los comerciantes y para toda la población china de Usera", reconocía ayer Haibin Luo, que denunció haber sido agredido por la policía delante de la comisaría de Usera-Villaverde. "Damos las gracias al Gobierno español por solucionar este problema y dar la importancia a la población china", añadió Mei Yu Chen, una mujer detenida cuando gritó en su local de Internet que habían entrado agentes que robaban a los chinos.
Los policías, que pertenecen a la Brigada de Seguridad Ciudadana, pasarán hoy a disposición judicial. Fuentes policiales explicaron que los detenidos, supuestamente, se quedaban con el dinero de las apuestas ilegales que los ciudadanos chinos llevan a cabo en sus locales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de junio de 2007