En reivindicación de un arte "verdaderamente libre", un colectivo de escultores, ceramistas, pintores y artistas audiovisuales paseó ayer por las calles de Vigo un boi autóctono, concebido como réplica de las vacas de la cow parade (54 en total) que desde el pasado mes de abril se encuentran repartidas por distintos puntos de la ciudad. En la decoración de las vacas, la organización prohibió los motivos políticos, religiosos y sexuales, lo que a entender del colectivo "va en contra de toda manifestación artística y se convierte en un reclamo publicitario creado para generar ganancias". El Ayuntamiento, añade el manifiesto, desatiende a los artistas locales, "abriéndose a ideas ya gastadas y repetidas", por lo que o noso boi sale a la calle "no con la idea de asustar a las vacas, pero sí con la de hacerlas pensar". Cortejarlas con humor fue lo que hizo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de junio de 2007