El monasterio de Sant Miquel dels Reis, una joya arquitectónica apenas a media hora a pie de la plaza del Ayuntamiento, no aparece en muchos de los mapas que se ofrecen a los turistas en las oficinas de información repartidas por Valencia. Sólo tres líneas de autobuses llegan a este impresionante centro cultural que simboliza el fuera de juego turístico en el que están algunos elementos de la cultura de Valencia.
No es el único caso. La empresa privada que oferta un paseo en autobús descapotable por la ciudad efectúa cinco exclusivas paradas: plaza de la Reina, IVAM, Ciudad de las Artes, L'Oceanogràfic y Museo de Bellas Artes San Pio V.
Recomiéndeme un recorrido para visitar Valencia en un día. "Puerto y Ciudad de las Artes. Para dos jornadas: Puerto, Ciudad de las Artes y el centro". La respuesta que recibe el turista demuestra que el centro histórico de la ciudad retrocede cada vez más en la estrategia turística municipal.
Los antiguos carteles oxidados a la entrada desde Madrid anuncian que el Micalet está a apenas dos kilómetros. Es el reclamo de los viejos tiempos. Ahora el centro, tan elogiado como uno de los más grandes del mundo, es el tercer plato del menú. El puerto y los proyectos de Calatrava le han comido el terreno. A pesar del deterioro, ingleses, franceses y alemanes valoran el "atractivo cultural" de la ciudad como uno de los mejores puntos de interés de Valencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de junio de 2007