Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
Crónica:Fútbol | 37ª jornada de Liga

El Levante se salva tras golear a un Valencia con tres expulsados

Un partido de alto voltaje selló la salvación matemática del Levante y dejó al Valencia con un ataque de nervios y tres expulsados. Entre ellos Ayala, que cerró así, de forma inmerecida, su etapa en el Valencia. Después de siete temporadas al límite, se marchó con una muestra de su peor repertorio: un codazo y una patada a Salva. Triste adiós para uno de los mejores centrales del mundo. Cuando fue expulsado, el Valencia andaba ya descosido, partido por sus fallos defensivos y el ímpetu del Levante.

El encuentro lo encendió el equipo de Abel. Le interesaba un choque de pierna fuerte y eso es lo que tuvo. De principio a fin, sin descanso. Cañizares fue expulsado por un placaje a Salva, Ayala protagonizó un combate de púgiles con el delantero, Angulo jugó con una hilera de grapas en la cabeza y Serrano con la mano marcada por los tacos. Vamos, que pelea hubo sin parar. Y también goles, tres en un primer cuarto de hora de locos.

LEVANTE 4 - VALENCIA 2

Levante: Molina; Descarga (Manolo, m. 73), Serrano, Alexis, Rubiales; Ettien (Courtois, m. 60), Tommasi, Berson (Camacho, m. 77), Kapo; Riga y Salva. No utilizados: Cavallero; Déhu, Nino y Reggi.

Valencia: Cañizares; Curro Torres (Butelle, m. 11), Ayala, Albiol, Del Horno; Joaquín, Albelda, Marchena, Silva (Baraja, m. 67); Angulo (Gavilán, m. 46) y Villa. No utilizados: Moretti, Regueiro, Jorge López, Viana y Morientes.

Goles: 1-0. M. 2. Balón que peina Salva y remata Riga. 2-0. M. 11. Salva, de rechace tras detenerle Butelle un penalti. 2-1. M. 16. Joaquín, a pase de Villa. 3-1. M. 49. Riga culmina un pase de Salva. 4-1. M. 75. Courtois, de tiro raso. 4-2. M. 87. Baraja, a centro de Joaquín.

Árbitro: Clos Gómez. Amonestó a Del Horno y Joaquín. Expulsó con roja directa a Cañizares (m. 9) y a Ayala (m. 52), y a Kapo (m. 48) y Marchena (m. 56) por doble amarilla.

Ciutat de València: unos 24.000 espectadores.

Cañizares abrió la serie de meteduras de pata. Salva peinó con la coronilla, el portero se quedó a media salida y entre él y Ayala se coló Riga para robarles la cartera y rematar con la puntita de la bota. Los dos amigos se quedaron mirándose y el delantero agradeció el primer regalo de la noche. El segundo fue de Curro Torres, otro que ha cerrado una temporada para olvidar. Cedió flojo el balón al temeroso Cañizares, que no se había recuperado todavía de la depre, y Salva, que no es precisamente Carl Lewis, llegó antes que nadie. Cañizares le derrumbó al más puro estilo de fútbol americano y fue expulsado. Pero aún hay más. Butelle paró el penalti, el balón pegó en el poste y le cayó en las botas a Salva para que celebrara su quinto gol de la Liga. Eso y un puñado de choques y cabezazos es lo que prometió cuando volvió a Primera. Y eso es lo que ha ofrecido. Más no se le puede pedir.

El Valencia respondió con dinamita. La de Villa, el único que se resignó a perder en un equipo que ha acabado la Liga con la lengua fuera, agotado por las lesiones. La gasolina no le ha dado para más al equipo de Quique, desinflado en el último tramo del torneo. Por mucho que Villa se empeñara en no rendirse nunca. Más ágil, el Levante celebró la permanencia con una goleada liberadora.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de junio de 2007