No dudo del acierto de Juan Luis Cebrián en su visión del futuro de la prensa escrita. No obstante, quiero asegurarle que, pese a que soy un asiduo de ELPAIS.com, la prensa en Internet nunca me producirá la satisfacción que obtengo sosteniendo en mis manos un periódico impreso.
Por ello me alegro infinitamente de que EL PAÍS se fundara hace 31 años y no hoy, pues no sólo habríamos perdido tres décadas de historia, sino que ni siquiera podríamos tocarlo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de junio de 2007