Las escuetas e inconcretas explicaciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre la descentralización de la gestión de El Prat ante los destacados empresarios reunidos hace pocos días en Sitges por el Círculo de Economía no cumplieron con las expectativas que se habían creado los asistentes.
Zapatero se limitó a recordar las dificultades que supone cambiar un modelo de gestión de aeropuertos interrelacionados, como es el español, por otro descentralizado. Reiteró que la Generalitat acabaría teniendo un papel "muy relevante" en El Prat y, cuando se le preguntó una y otra vez que cuándo y cómo, respondió que "en un futuro inmediato".
Pero algo se mueve, a tenor de lo que dijo ayer al respecto Juan Rosell. "Estamos haciendo gestiones y en dos o tres semanas" podría saberse si han dado o no sus frutos, aseguró el presidente de Fomento. Esta patronal forma parte, junto a la Cámara de Comercio de Barcelona, el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) y el Círculo de Economía, del llamado G-4. Este grupo intenta que el acto reivindicativo a favor de El Prat celebrado el pasado 22 de marzo en la escuela de negocios IESE no sea flor de un día. "Lo mínimo es hacer lo mismo que en los puertos", dijo Rosell, para quien el presidente de la Generalitat, José Montilla, está "jugando bien las cartas que tiene, que no son todas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de junio de 2007