Todos unidos contra los violentos. El Gobierno del PP no pudo con ellos, el Gobierno del PSOE tampoco... pues, señores, caminen juntos. Maripasos.
La lucha antiterrorista es el principal asunto de Estado. En una democracia consolidada, un problema como éste debería estar fuera de la lucha partidista, incluso del debate público. Es perfectamente compatible ayudar a las víctimas con evitar hacerle publicidad gratuita a ETA. Ningún demócrata puede atribuirle a ETA la capacidad de alterar el funcionamiento normal del Estado de derecho y de decidir cuándo se convocan elecciones. El papel de los demócratas debe ser apoyar al Gobierno. JMAP.
ZP ha claudicado ante los terroristas. El Gobierno (por llamarlo de alguna manera)
debería convocar elecciones y la gente debería echar con sus votos a ZP. Gurruño.
Difícil pregunta, pero la peor de las respuestas es la que se está dando: en un Estado de derecho la justicia no puede ser la venganza, ni se puede encarcelar a políticos por sus declaraciones. Empatía.
Apoyo leal e incondicional a las fuerzas de seguridad del Estado y al Gobierno que las dirige. Alumbrar un nuevo acuerdo antiterrorista que incluya no sólo a PSOE y PP, sino también a PNV, Izquierda Unida, CiU, Coalición Canaria, Chunta... Prudencia por parte de los medios. Ya está bien de regalarle portadas a ETA, Batasuna, Otegui, De Juana... Serranía.
Apoyar al Gobierno, que es quien tiene que dirigir la política antiterrorista. Y si se equivoca, ya hablarán las urnas. Elisa Hervias.
La negociación llevada a cabo por el Gobierno con autorización del Parlamento fue completamente legítima. Y como los terroristas han roto la tregua, la respuesta debe ser policial y judicial. Odiseus49.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de junio de 2007