Mariano Rajoy reiteró ayer sus líneas básicas antiterroristas, pero atemperó su discurso de los últimos meses y eliminó los reproches al Gobierno tras hora y media de conversación con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. El líder del PP mostró así su disposición al acuerdo siempre que sea "para derrotar a ETA". Ambas partes consideraron positiva la reunión, como un primer paso para recuperar la confianza, a pesar de que las discrepancias de fondo permanecen. Por eso, Rajoy defendió la necesidad de promover la ilegalización de Acción Nacionalista Vasca, pero el Ejecutivo no ve pruebas para actuar contra esa formación.
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Rajoy no abandonó el tono moderado ni cuando fue preguntado por supuestos incumplimientos del Gobierno en materia antiterrorista que el PP denuncia a diario. Reiteró que su partido responde ahora a una demanda de la sociedad española para que se logre la unidad frente al desafío de ETA. "No es momento de reproches", declaró.
La versión gubernamental la dio la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, que también resaltó la necesidad de "recuperar la confianza perdida" entre el Gobierno y la oposición para combatir a ETA. "La sociedad no entendería que no estuviéramos juntos", señaló. Sólo unas horas después de la reunión, los socialistas navarros anunciaron que no apoyarán a los nacionalistas de Nafarroa Bai para que éstos puedan acceder a la alcaldía de Pamplona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de junio de 2007