El espectacular aumento de la accidentalidad entre los motoristas que sólo disponen de carnet de coche, autorizados a conducir motocicletas de hasta 125 cc desde el último trimestre de 2004, demuestra la correlación existente entre la falta de formación y el aumento de accidentes y víctimas entre los motoristas. También aclara algo que los motoristas con experiencia sabemos perfectamente: conducir una motocicleta no es igual que conducir un coche, porque requiere una actitud, unos conocimientos y una técnica específicos, adaptados a las especiales características de un vehículo muy diferente y bastante más peligroso. Pero convalidar carnets de coche para conducir motos ha enviado un mensaje en sentido contrario, haciendo creer a los futuros motoristas que su experiencia al volante les habilitaría automáticamente para conducir motos, y, todavía peor, transmitiendo a estos conductores un peligroso exceso de confianza en lo que se refiere a su capacidad para conducir una moto con un nivel razonable de seguridad. Espero que la DGT rectifique y reconozca que adoptar una medida tan popular y beneficiosa para los fabricantes de motos supone también pagar un alto precio en siniestralidad. Y, puestos a pedir, que deje de apostar obcecadamente por la represión en detrimento de la formación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de junio de 2007