España tendrá un superávit del 1,4% del producto interior bruto (PIB) en la ejecución del Presupuesto de 2007, según prevé la Comisión Europea. Unas previsiones mucho más favorables que las del propio Gobierno, que ha cifrado el superávit en el 0,7% del PIB. El saneamiento de las cuentas públicas, con más ingresos que gastos, ya fue significativo en 2005, que arrojó un superávit del 1,1% y que al año siguiente ascendió al 1,8%. La previsión comunitaria figura en un informe sobre las finanzas públicas presentado ayer por la Comisión.
La mejora es consecuencia de un mayor crecimiento de los ingresos sobre los gastos. El resultado es una importante reducción del peso de la deuda pública, que pasará del 43,2% del PIB en 2005 al 34,6% en 2008.
El ajuste aplicado por España es un éxito por su rápida convergencia con otros países europeos, según recordó ayer Joaquín Almunia, comisario para Asuntos Económicos y Monetarios. Almunia destacó "los beneficios de una sólida política fiscal, reducción de los niveles de déficit y deuda porque permiten a los Estados miembros liberar los recursos precisos para estimular la innovación, la inversión, la educación y el empleo". El comisario señaló que esas políticas capacitan a los Estados para "hacer frente con más confianza a los desafíos que plantean la globalización y el progresivo envejecimiento de la población".
El informe destaca el fuerte crecimiento de los recursos dedicados a investigación y desarrollo en España (un 33% en 2006), para que éstos supongan un 2% del PIB en 2010. La Comisión constató también que a pesar de la mejora económica de los últimos tres años, sólo 10 países de los 27, entre ellos España, han equilibrado sus cuentas a medio plazo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de junio de 2007