"Me siento como un director de cine europeo y además soy un producto de la universidad. Estoy cumpliendo un sueño". Con estas palabras, el cineasta neoyorquino Woody Allen (1935) agradeció ayer su investidura como doctor
honoris causa por la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona (UPF).
Ésta es la primera distinción académica de Allen, que no concluyó sus estudios en la Universidad de Nueva York. El nuevo doctor recordó que él y sus compañeros de estudios compartían su fascinación por los maestros europeos. "Queríamos ser como ellos, era nuestra fantasía", contó el realizador, cuya carrera está, jalonada por dos Óscar, un Globo de Oro y el Príncipe de Asturias de las Artes, entre otros premios.
Allen, que llegó a Barcelona el lunes para empezar a preparar su nueva película, cuyo rodaje empezará la segunda semana de julio, estuvo acompañado por su mujer, Soon Yi. En su discurso habló de la pasión de ambos por la ciudad, _ "siempre buscamos cualquier excusa para venir"_ y manifestó su ilusión por trabajar en ella. "Es una de las experiencias más apasionantes de mi vida", aseguró.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de junio de 2007