José Montilla echó ayer un capote a sus socios de Esquerra Republicana (ERC). El presidente de la Generalitat se mostró convencido de que los codazos internos por el liderazgo republicano y sus movimientos de autoafirmación en el seno del Gobierno catalán, cuestionando por ejemplo los avances en el proceso de despliegue estatutario, no van a "desestabilizar" ni afectar a la cohesión del Ejecutivo. Por tanto, reafirmó su certeza de que agotará la legislatura y no abrá, por tanto, un adelanto de las elecciones autonómicas.
En una entrevista por la noche en TV-3, el presidente de la Generalitat señaló que tanto Esquerra Republicana, como formación política, como sus dirigentes en particular han hecho una apuesta "seria" por apoyar y afianzar el tripartito de izquierdas. Después de las sacudidas de la anterior legislatura, "Esquerra Republicana ha madurado", manifestó Montilla. En esta línea, aplaudió el trabajo que realizan Josep Lluís Carod como consejero de la Vicepresidencia y Josep Puigcercós como responsable de Gobernación. "En el Gobierno estamos trabajando todos juntos, con buena química y entendimiento", enfatizó.
Montilla, entrevistado por la periodista Mònica Terribas, hizo un repaso a la actualidad política y a la labor del Gobierno en sus primeros seis meses. El presidente avaló al consejero de Interior, el ecosocialista Joan Saura, frente a las crecientes demandas de dimisión por parte de los sindicatos de los Mossos d'Esquadra. "Está haciendo un buen trabajo y no hay razones para destituirlo", aseguró. Al tiempo, intentó quitar hierro a los casos de presuntos malos tratos en el seno de la policía autonómica. "Afectan a seis personas de un colectivo de 12.000", puntualizó, lo que, en su opinión, no puede poner en crisis ni cuestionar "la profesionalidad, ni la credibilidad, ni el buen trabajo que hacen los Mossos".
Preguntado sobre el ritmo del desarrollo del Estatuto y los avances en inversiones y traspasos de competencias, el presidente de la Generalitat se mostró esquivo. Rehuyó concretar plazos y materias de traspasos. Se limitó a apuntar que en la próxima reunión de la comisión bilateral Estado-Generalitat, en julio, se visualizarán avances y que antes de las elecciones generales, previstas para la primavera de 2008, habrá una decisión sobre la gestión del aeropuerto de El Prat. Montilla insistió en que la fórmula que considera su Gabinete es la de un consorcio con participación de los dos gobiernos, de la Administración local y del sector privado. Un consorcio en el que "las grandes decisiones no se van a tomar con la Generalitat en contra". No puso plazos al posible traspaso del servicio de Cercanías de Renfe y se mostró convencido de que en 2008 se pactará un nuevo sistema de financiación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de junio de 2007