A una semana del concierto de los Rolling Stones, previsto para el 23 de junio en el estadio de Anoeta, todavía faltan por vender 11.500 de las 40.000 entradas, aunque los organizadores confían en que "se rozará el lleno". Contratar a sus satánicas majestades costará tres millones de euros, según informó ayer el portavoz de la productora Rock Star, Jorge Gros.
La actuación de los Rolling Stones en San Sebastián, la séptima de la gira europea, exigirá un montaje "espectacular" en el que intervendrán 208 personas -115 de producción, 45 montadores del escenario, entre otros- y un despliegue de 128 vehículos (117 tráilers, 11 autobuses y 15 coches particulares). El escenario y la escenografía se mantendrá en secreto y no se instalará "hasta el último momento", aseguró Gros, quien aventuró que puede ser "la última gira" de estas características que realice la emblemática banda dirigida por Mick Jagger.
Gros desveló que los veteranos músicos tocarán en un escenario grande y otro pequeño, comunicados por una pasarela hidráulica, y un puente que llegará hasta el centro del recinto. Aún no está confirmada la presencia del grupo escocés Biffy Clyro como teloneros, pero sí la actuación del grupo vizcaíno de rock-pop Zenttric.
Los componentes de la mítica banda llegarán a San Sebastián el mismo día del concierto y no está asegurado que al concluir hagan noche en la capital guipuzcoana, aunque tienen reservado el mejor hotel de la ciudad. Los Stones han pedido disponer de un billar americano nivelado por un experto belga, jarrones con lirios casablanca para perfumar los nueve camerinos y mostaza inglesa, tabasco, mucho té y café.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de junio de 2007